Un hechizo mentiroso

Posted by Sebastián Saez

Hace muchos, pero muchos años atrás, en un gran bosque que compartían tres reinos, se encontraron tres magos. Cuando se realizó tal encuentro, los magos intercambiaron saludos y comenzaron hablar. En un momento de la conversación cada uno contaba lo que era capaz de hacer. Como cada uno era más orgulloso y vanidoso que el otro, decidieron desafiarse a una competencia de hechizos.

- Mañana nos encontraremos en este mismo lugar para demostrar nuestro poder.- dijo uno de los magos que llevaba un sombrero de pico.

- Estoy totalmente de acuerdo.- dijo otro mago que tenía unos lentes cuadrados.

- Ya veremos quien es el mejor.- terminó la conversación el mago restante, que llevaba un enorme bastón en forma de rama.

Cada uno en su reino revisó sus grandes libros sobre hechicería una y otra vez, es que nadie quería perder. Así pasaron el resto del día y toda la noche. Menos el mago del bastón que a penas había llegado a su hogar se durmió.

Cuando se volvieron a encontrar ya tenían preparado un hechizo que haría deslumbrar al otro. El único que no se decidió que hechizo usar fue el mago del bastón que aún buscaba en su mente algo que le ayudara en la ocasión.

- Las reglas son las siguientes: Si alguno de nosotros logra hacer un hechizo que no pueda ser deshecho por otro, será el mejor hechicero.- dijo el mago con sombrero de pico, que fue el primero en demostrar lo que tenía para hacer.

Con un movimiento de varita y algunas palabras casi incomprensibles hizo que un enorme árbol se convirtiera en un bloque de hielo. Eso asusto por unos segundos al mago de los lentes cuadrados, pero rió de felicidad al recordar como se deshacía.

- Veamos que tienes tú- dijo el mago del sombrero de pico al que había logrado romper el hechizo.

Acomodándose los lentes, movió sus manos sobre unos arbustos e hizo que se convirtiera en un gran charco de agua. Al mago del sombrero de pico le resultó muy fácil deshacerlo, ya las plantas eran su especialidad.

Ahora era el turno del mago de bastón. “Muéstranos tu hechizo” le dijeron. Comenzó a mirar para todos lados y a su lado vio una roca. La tomo con sus manos y se las mostró a los otros dos magos.

- Mientras ustedes hacían y deshacían hechizos yo he convertido a un cuervo en esta roca.- dijo el mago del bastón, que sabía que no podrían lograrlo, ya que si no había sido encantado, no había hechizo por romper.

Los otros magos se rascaban la cabeza pensando cómo lograr ganarle. Hasta que uno de ellos dijo: “lo tengo”, y diciendo unas palabras mágicas lanzó un hechizo con su varita que rebotó en la roca e impactó contra el mago del bastón que lo transformó en un cuervo.

Muchos exploradores que han transitado por esos bosques dicen haber escuchado a un cuervo parlanchín que de tanto en tanto derrama sus llantos de lamento al no haber estudiado como debía.

Sebastián Saez

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