El hombrecito de la lluvia

Posted by Sebastián Saez

Muchos no lo saben, pero la otra vez descubrí a los hombrecitos que fabrican las gotas de agua para la lluvia. Fue una tarde de nubarrones oscuros donde me puse a mirar atentamente al cielo. En ese momento, uno de esos hombrecitos cayó sobre mí. Cabía dentro de mi mano. Era todo celeste y un poco frío. “Gracias por evitar que cayera al suelo y me lastimara” dijo el hombrecito. “De nada” le respondí cálidamente.

- Tengo que volver a mi nube; la lluvia esta por comenzar y tengo que terminar mis gotas.
Antes de que partiera le pedí que me contara sobre su mundo.

- Somos un grupo de hombrecito que fabricamos las gotas para la lluvia. Trabajamos siempre unidos. Lo que hacemos primero es tomar trozos de aire caliente y frío, los juntamos en bolsitas invisibles y las atamos para que no se escape nada. Al juntarse sos tipos de aire se forma el agua. Entonces, cuando terminamos de armar las gotas, las ubicamos en cajas que serán puestas de manera que cuando las nubes choquen entre sí, se vuelquen y caigan todas las gotas de lluvia al suelo. Es un trabajo difícil, porque hay veces en que antes de terminar todas las gotas, siempre algunas se nos escapan y caen al suelo. Esas son las primeras gotas que ves, anunciando la próxima lluvia.

Yo estaba conmocionado por escuchar su relato. Para mí era fabuloso descubrir aquel nuevo mundo.

“Ahora sí debo marcharme, se me hace tarde. Tengo que terminar cuanto antes con mi trabajo” dijo el hombrecito celeste y de un salto pasó de mi mano a una nube. “No te preocupes, cuando este allá arriba me acordaré de ti y recibirás mi agradecimiento” me dijo antes de partir.

Un rato más tarde la lluvia comenzó, y las gotas que cayeron sobre mi fueron cálidas y suaves. Como si aquel hombrecito celeste que fabricaba gotas estuviera dándome caricias desde lejos, como forma de su agradecimiento.

Sebastián Saez